Hoy toca afrontar un nuevo mazazo cuando menos me lo esperaba. Llevaba unas semanas corriendo, aumentando kilómetros de carrera y reduciendo de bici y elíptica, entrenando sin apenas molestias y boom!
Con mi llegada a León, tras la estancia en Sierra nevada, empezaron los dolores. Unos días de precaución con elíptica y natación, pero sin correr, con unas pequeñas molestias que no desaparecen. Decidimos empezar con las pruebas médicas para saber si todo va bien.
Una resonancia ha dictado sentencia: dos centimetros de Rotura en el aquiles que proyectan dos posibilidades. La primera, probar con PRP (plasma rico en plaquetas) y esperar a que todo vaya bien. La otra opción es pasar por el quirófano y asegurar.
Opto por la segunda opción: cita con el artesano del Aquiles el 21 de diciembre.
Muy de estos versos hoy:
Ya sólo quedan los demonios,
la propiedad y los escombros.
Caemos como plumas,
olemos el fondo y nos quedamos cortos.Es tiempo de autodestrucción,
de disparar sin adornos.
Prenderé fuego al colchón,
que reventó nuestros otoños.Ya no nos saca nadie a hombros,
la vanidad, los dobles fondos.
Quemamos las alturas,
besamos el polvo y nos calamos hondo.Es tiempo de autodestrucción,
de rematar sin adornos.
Me agarré a la inspiración,
que me dejó nuestros demonios.
Mis sueños siguen intactos, ya lo he hecho antes y lo volveré a hacer ahora. Voy con todo.